Te estoy cuidando...
O me estoy cuidando, con el fin que mi corazón y el
tuyo salga ilesos de esta locura. Que tu sonrisa se mantenga intacta, mientras
que la mía se derrumba en promesas no prometidas y mi alma se niega a rimar si
no es con tus labios.
Te estoy cuidando de mis monstruos que hacen más grandes mis
heridas, y provocan que escuezan como si quisieran matarme. Te alejo del
Dolor que adornan mis días y te dejo que te descalces y camines muy lejos de
mis huellas. Quiero que sepa que te quiero, aunque ahora cierre la puerta a tus
palabras bonitas.
Te estoy cuidando del sol que se empeña en quemar tus sueños, con
el fin de que nunca te levantes. No tomes en cuenta, los silencios que salgan
de mis labios, ni el abismo que persigue mis pies.
Me estoy cuidando de eso que llaman Amor, y que trae consigo una
bonita Roma calcinada bajo el Dolor. Intento no ceder a las tentaciones, y
abrirme paso hacia el olvido que impide que llueva, donde una vez formamos un
nosotros.
Me estoy cuidando de los versos que caen en picado, de los adiós
en susurros que acribillan mi piel, mientras que tu ausencia en mi cama,
preside el motivo de mis lágrimas.
Te estoy cuidando de mi permanente Tristeza, bajo el manto de la
Soledad, con el fin de que tu corazón no se compasa con las mismas roturas que
el mío.
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ResponderEliminarEs difícil no dejar que nuestros demonios controlen nuestros actos... pero es fácil olvidarse de ellos cuando estás en buena compañía! ;)
ResponderEliminarun besoo!