Escriba.
Escriba lo bonito que es su sonrisa, o
lo suicida que parecen sus lágrimas al lanzarse de un séptimo piso sin apenas
asustarse. Dile lo fría que parece su mirada, y qué cálida es cuando te
sumerges en ella. Por favor, no dejes que su alma deambule por aquellos
paisajes lúgubres donde me abandonaste. Escriba los versos en los cuales sus
iniciales siempre destacan y nunca dejes que sus labios se topen con otros
forasteros que no sean los tuyos. Confiésale a medianoche aunque no te oiga,
que la quieres, aunque luego hagas oídos
sordos a sus ‘buenos días amor’.
Escriba sin cesar pero con precaución
cuando sus pupilas marrones se posen en tu pluma. Acaríciale el costado, a la
vez que te imaginas cómo sería plasmar tus miedos en ellos. No, no le desgarres
el corazón cuando tu voz se oiga menos que el tren que viene a recogerla. Escriba cuando ella duerma a tu lado,
y el cartel de neón se refleje en tu ventana, recordándote aquella tarde de
otoño, donde yo misma te prometí escribirte. Déjala ir cuando sus manos tiemblen
y quieran huir hacia el cielo azul, donde tus rimas no llegan. Volverá.
Escriba incluso cuando el sueño llame
a su puerta o el dolor te acribille el corazón, de aquellos sentimientos donde
me hundí. Dígale no muy alto, que ojala
tus sabanas lleven siempre su olor.Escriba aunque su alma este rota por
tus mentiras adornadas de ‘Hoy te quiero, y mañana también, pero pasado…’. No le preguntes donde va, cuando sus pies se
desvíen de tu camino. Escriba hasta sentir el vacío tan
cerca, pero no demasiado como para dejar que te arrastre. Convierta sus días en
París, y decora Budapest con su alegría. Pero a mi déjame con mi Venecia, o mi
agosto caluroso.
Escriba. Escriba y seguía escribiendo
aunque ella ya no este para limpiarle las goteras de su vida, o para detener el
mar que desea ahogarle.Escriba y ya no a ella, sino a ti.
Para ti. Para tus propios monstruos o incluso para el precipicio que te espera
en mis versos. No vengas, cuando diga ‘ven’; ven cuando yo diga que te vayas. Escriba. A ella o a cualquiera, pero
no dejes que sea el abismo detenga tu tinta, ni siquiera que el olvido siga
ganando la batalla.
Escriba a las chicas tristes que se quitan la coraza,
o a las lobas malheridas que aúllan cuando todo está en silencio. Siga
escribiendo aunque no entienda por qué le digo esto.
Algún día sabrá por qué quiero que no
deje de escribir.
Escriba.
No voy a dejar de escribir nunca con esas palabras. Qué bonito, qué bisn expresado. Tampoco dejes de escribir tú.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, bonita! Eso mismo espero, que no dejes de escribir, igualmente yo tampoco. :)
EliminarQue gusto poder leer lo que escribes :)
ResponderEliminarMuacks!
Ay, jo, muchas gracias <3
Eliminar¡Un placer! ¡Muchos besitos!