No la esperes, aunque prometa volver.
Mírala
cuando crea que nadie lo hace, y cuídale los sueños como si fuesen una bomba de
relojería. No cojas su corazón para guardarlo en cualquier desván polvoriento,
amalo como si realmente hubieses sido el primero en verlo y el ultimo.
Deja que sus
cicatrices siguen gritando en aquellas noches frágiles, en las cuales solo
reina un silencio abrumador que inunda de recuerdo sus ojos. Permita que
suicide sus sueños en el puente donde se le perdió el alma de tanto amar y
romperse en mil pedazos, de esos que ahora arañan su espalda, llenándola de
imposibles.
No le
avasalles de promesas cuando sus labios pronuncien un ‘te invito a mi vida’ has
de saber que las odia más que cualquier otra cosa en el mundo. No pronuncies su
nombre cuando duerma a tu lado, ni le acaricies el costado. Dibújala sin que ella sepa que tiene tanta belleza como presume.
Necesita que
le digas lo bonita que esta cuando se despierta, y su débil voz de recién
despertada te susurre un ‘buenos días’. Se su lunes preferido, y su miércoles para releer viejos clásicos, dedicando los domingos a repasar con
nostalgia el tiempo perdido corriendo bajo la lluvia de Mayo.
Alguna vez
se negara a bailar contigo el vals que adormece las ganas de comerle los miedos
a grandes bocados, entonces será cuando debas enseñarle los versos que compones cuando
sus ojeras se dejan vencer por el sueño.
Alguna vez
solo sentirás su ausencia, disparándote suspiros de despedidas a medias y
monstruos que aun cuelgan en el precipicio esperando la última batalla antes de
extinguirse entre las sombras.
No esperes
que vuelva, cuando su sonrisa ladeada reina su rostro, o sus sollozos sean la
única banda sonora de la sala. Sera entonces cuando sepas que nunca conseguiste
rescatarla de sus heridas, pero no dejes que la torre se convierta en cenizas,
al menos reconstruye su amada Sira.
Puede que te
cueste no esperarla, pero no lo hagas. No volverá a columpiarse en tus brazos,
ni siquiera serás ya su cobijo de invierno.
Sea quien sea quién describas, de ficción, real o tú misma, éste texto llega tanto como si fuera yo misma la que estuvieras describiendo.
ResponderEliminarHa sido erizante. En serio. Me invento la palabra para ti, porque no hay otra que lo describa.
ResponderEliminarHay veces que las personas no nos damos cuenta de quién tenemos al lado, que no la cuidamos, y lo que es peor, no la entendemos. Y sólo se necesitan cosas tan básicas como ser su lunes preferido, sí.
"Te invito a mi vida" <3
Besitos.
Miss Carrousel
Estoy realmente impresionada. ¿Cómo lo haces?
ResponderEliminarHe leido todos y cada uno de los textos en los que no he tenido ocasión de comentar, todos seguidos, uno tras otro, y, ahora mismo me siento como en un mundo paralelo a este. No conozco la sensación de mi cuerpo, pero has hecho que sienta mil y un emociones en tan solo unos minutos.
Gracias, de verdad.
Un abrazo muy muy fuerte, te ruego que nunca dejes de escribir.
Que belleza, la forma en la que escribes
ResponderEliminarSaludos!