La conoció.
La
conoció un veintidós de mayo de un año que ya no importa. La conoció sin saber
que significa tener un desastre por dentro y después de averiguar que ella
tenía uno, no le importó.
La
conoció cuando el corazón de ella empezaba a perder los primeros destellos de
esperanza. Supo leer su mirada y abrazarla con tan sólo sonreír. Se atrevió a
llamar “hogar” a su cama aún sin saber que algún día dejaría de serlo.
La
conoció con las mariposas muertas y el caos como vestido de toda su vida. Ella reía cuando veía la ilusión en los ojos
miel de él. Estaba segura de que cuando conociese el silencio que reinaba en su
habitación, saldría huyendo; se equivoco. Él decidió vivir en ella. Con ella. A
pesar de que se arriesgaba a acostumbrarse a una tristeza permanente.
La
conoció con el pelo revuelto un lunes a las ocho o con la resaca insoportable
un domingo; jamás se olvidaría de esos días. La conoció cuando todos
rehusaban de hacerlo. La conoció un sábado y un viernes, llorando y riendo.
Ella
se atrevió a regalarle un pedacito de su corazón, a escribirle aunque él nunca leyó ninguno de esos versos
que llevaban su nombre. La conoció con
la sonrisa rota, demasiado como para aguantar la tormenta que crecía en su
interior; no supo cómo impedirla.
Y
siguió conociéndola. Queriéndola un poco cada día hasta que ella decidió coger
las maletas y mudarse a otros lunares con ninguna intención de salvarla.
Dejo
de conocerla una noche de luna menguante y empezó a conocer el desastre que
crecía en su interior. Las ruinas que tenía ahora como vida era el único recuerdo que le
quedaba de ese veintidós de mayo de un año que ya no importa.
He visto en este texto reflejado el caos interior de cada uno, ese veintidos de mayo seguro que fue un buen día.
ResponderEliminarSaludos.
Quizá él intentó salvarla, pensaba que lo estaba haciendo aunque no se dio cuenta de que en vez de eso, se hundía.
ResponderEliminarNo se le puede culpar por intentarlo.
un besoo!
La tuvo el tiempo que la tenía que tener
ResponderEliminarSaludos
Él lo intentó, intentó enamorarla, sacarla de esa tristeza permanente, pero fue imposible conseguirlo, porque ella ya no creía en nada.
ResponderEliminarMuy bonito, echaba de menos estar aquí.
Un abrazo enorme^^
Cuántos veintidós de mayo habremos dejado pasar, y cuántos veintidós de mayo habremos intentado salvarnos...
ResponderEliminarPrecioso texto, muchas gracias por pasarte, besitos!!