Ayer casi, hoy tal vez, mañana no sé.
Hace
dos febreros que dejamos de buscarnos,
Hace
dos San Valentín que dejamos de celebrar un amor que no sabíamos vivir,
Hace
dos semanas que tu corazón volvió a latir gracias a ella.
Llevo tres días intentando empezar una carta que, tal vez, nunca vayas a
leer. Necesito decirte todas las cosas que deje en el tintero por si volvías,
por si echabas de menos mi sonrisa y necesitabas vivir la una vez más, por si tu
corazón llevaba grabado a fuego mi nombre, por si mi valentía volvía a llamar
violentamente a mi puerta y yo accedía a sus peticiones, pero ahora sé que
nunca pasará nada de eso.
Llevo dos tardes viendo cómo la alegría se refleja en tus ojos cuando la
sonrisa de ella se dibuja en su rostro. Veo cómo le dices todo sin necesidad de
mover los labios, y cómo ella te responde acariciándote la piel.
Veo cómo le dibujas mariposas y ella, al contrario que yo, no le corta las
alas sino les enseña a volar cerca de vosotros. Veo como su nombre se graba a
fuego lento en tu corazón al mismo tiempo que el mío se desvanece de tus
poemas.
No sé si algún día me la presentarás, si alguna vez te atreverás a decirme
que ahora tus poemas llevan su olor, sus dudas, su sonrisa, su alegría y su
corazón. No sé si algún día me mirarás a los ojos y me dirás; Es la chica más
increíble que jamás he conocido. Y no sé,si seré capaz de mantenerte la mirada
y darte la razón, mientras noto como mi corazón se rompe
en otros quinientos trozos. Pero de lo único que estoy segura es que sonreiré
al ver que ella consiguió despertar en ti, lo que yo nunca conseguí.
Tengo que confesar que todavía no soy capaz de pasar ni arrancar la página.
Todavía sigo creyendo en un nosotros, sabiendo que nuestra historia se hundió a
la misma vez que tus ilusiones. Sé que lo nuestro es un barco varado en medio
de un gran océano y ninguno de los dos somos lo suficientes valientes como
para rescatarlo.
Fuiste el niño con espíritu de poeta y manos de pianista que rescate de su
propia incertidumbre. Fuiste el niño perdido que pidió ayuda a mi niña
interior, sin saber que ésta aún tenía la tristeza como lema. Nunca fue culpa
tuya, tal vez mía por no decirte que mi corazón vive eternamente a bajo cero.
No sé si seré capaz de acercarme a ella y decirle que no tenga miedo cuando
note que la lluvia se avecina y ninguno de los dos tiene paraguas, porque lo
esencial para no mojaros es creer firmemente en el otro, sin dejar que la duda
nuble vuestros sentimientos. No sé si algún día entenderá por qué se lo digo,
pero sé que tú, con tus ojeras resguardando tus recuerdos, sabrás a qué me
refiero.
No sé si me sigues leyendo, si seré capaz de escribirte todo lo que sentí
por ti y el por qué dejé que pusieses el punto y final, pero eso sólo me
perseguirá a mí porque tú estarás demasiado ocupado dibujando en sus muslos
como para preocuparte por qué la niña leona dejó que tú corazón se buscase otro
refugio.
Siempre se me dio mal las despedidas. Nunca supe si lo correcto era decir
adiós o hasta luego, si lo mejor eran cerrar los ojos y sentir como el corazón
lloraba o abrirlos y dejar que el corazón explotase al observar como la puerta
se cerraba. Siempre se me dio mal decir las cosas a tiempo, porque siempre preferí
el silencio y que los otros viesen mis sentimientos a decirlos y que nadie los
escuchase.
No sé si me estás leyendo, pero te quise, a mi modo.
Gracias por creer en mí durante algún tiempo.
Gracias por compartir tu tiempo con mi tormenta.
Gracias por no tirar la piedra y esconder la mano.
Gracias por llamarme musa, sabiendo que no todas las musas lo son por
siempre, y menos yo, nunca me gustó vivir en la misma estación con las mismas
caricias.
Gracias por irte en silencio, causaste menos heridas pero más vacíos.
Me toca empezar con las ruinas. Te toca empezar.
Si te soy sincera, no creo que a él se le vaya a olvidar tu nombre nunca, ni lo que hiciste por él. Al igual que tú siempre recordarás el dolor que te causó y pensarás en lo que deberías haber hecho diferente.
ResponderEliminarY donde hubo un "nosotros", puede volver a renacer otro. En el momento y en el lugar adecuados.
un besoo!