No somos ni seremos.

Yo ya no soy yo,
Y tú has dejado de ser tú,
Es lo mejor. 

No somos ni seremos aquella risa que inunda habitaciones. No somos ni seremos aquel anhelo al atardecer o la calma después de una gran tormenta. No somos ni seremos los juramentos que se pronuncian en la madrugada ni el chocolate caliente a las doce de la mañana. No somos ni seremos el intento acertado ni el abrazo siempre guardado por si, alguna vez, pasas frío.

No fuimos pájaros libres en una jaula porque estaba llena de vacíos. No fuimos lunares que se cuentan para ver cuanto quieres a la otra persona ni las luces que se encienden para que no te pierdas por el camino. 

No fuimos refugio ni hogar, solo paja y arena en medio de una montaña llena de lobos. No fuimos brindis por nosotros, porque nunca lo hubo. No fuimos el último sorbo de la copa a las cinco de la mañana ni el baile en medio de una discoteca.

No fuimos corazones que compartieron vivencias ni experiencias que se guardan en cada pliegue de la piel.  No fuimos amor dado porque de este solo hubo la primera letra. No fuimos caricias ni besos fugitivos ni siquiera miradas que lo decían todo. No fuimos los buenos días temprano ni las buenas noches antes de cerrar los ojos.

Fuimos susurros indescriptibles. Fuimos palabras que se las llevó el tiempo y que nadie quiso ir a buscarlas. Fuimos heridas abiertas de estaciones que ya no nos conviene y aún luchamos por entenderlo. Fuimos la batalla perdida en una guerra aún no declarada.

Fuimos gatos durmiendo todo el día porque la vida nos dolía tanto que lo mejor era ignorarla. Fuimos campanas de iglesia sonando en un pueblo lleno de muertos. Fuimos fugitivos de nuestros propios sentimientos y presos de lo que pensábamos que nuestro corazón quería.

Fuimos el intento fallido del esfuerzo de tapar el dolor. Fuimos la tirita que cuelga de una cicatriz aún en llamas y las ojeras que marca el caminar de nuestros días. Fuimos todo a medias que no nos dio tiempo a completar el puzle.

 

Yo ya no soy quién baila al son de tu voz,
Tú ya no eres quién busca refugiarte cuando llueve conmigo,
Yo ya no soy quién le cuenta tus proezas al mundo,
Tú ya no cuentas conmigo en tus miedos.




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