Cuando me hablan de utopías, me acuerdo de su sonrisa.
Querido
BJ:
Quería
escribirte esta carta desde hace tiempo, pero confieso que no tenía el valor, y
a veces ni siquiera las ganas de hacerle frente a tu recuerdo. Me pregunto,
¿Qué nos paso? Sin embargo, sé la respuesta pero nunca me suena convincente. El
tiempo, el tic tac permanente ese que puede doler inimaginablemente, o
simplemente el te quiero que no fuimos capaces de pronunciar en el momento
adecuado.
Ahora
mismo mi mente es una tela de ideas sin final, todas queriendo salir, y yo
eligiendo cuál de ellas debes saber. No te escribo para decirte que te sigo
queriendo – aunque eso es evidente- solo que te echo de menos, tal vez no como
antes, simplemente te necesito o me hace
falta alguien que me abrace sin hacerlo, alguien que me haga sonreír sin
quererlo, y alguien que coloree mis días de más color de lo que yo soy capaz.
Ayer
lloré, por ti, por mí, por el nosotros que no pudimos retener o el que nunca
nos atrevimos a resaltar con fosforito en el reverso de nuestros propios
versos. Estoy harta de tener que fingir que apenas me acuerdo de ti, pero es
que no encuentro las fuerza de ganar esta batalla. Al fin y al cabo, la
guerra siempre serás tú.
No
espero que entiendas estas líneas – es más, espero que no lo hagas- pero
necesito tiempo, más del que hizo que tu eligieras el norte y yo me decantase
por el sur. Tú siempre fuiste el
Invierno de mis Veranos , y yo el Verano de tus inviernos. Ahora me resulta irónico
que yo sea el Invierno de otros.
Sé
que te prometí no escribirte, o al menos dejar que cogieses polvo al final de
mi cajón, hasta que fueses una mota de polvo, pero verás, me resulta imposible
dejarte el último, cuando siempre fuiste el primero.
Entenderás
que mis miedos se han ido, pero han vuelto los tuyos a disfrazarme de negro, del ‘Vuelve’ que
nunca te atreví a gritar, y dudo mucho que hubiese servido de algo, teniendo en
cuenta, que nosotros precipitamos ese adiós de verdad.
No,
no pienses que quiero que tu tren vuelva a pasar por mi estación, me conformo
con que me saludes de pasada, mientras te atrevas a decirme: ‘Yo ya te olvide,
haz tu lo mismo’ Puede que así, me atreva a hacerlo de verdad.
Y
sigo pensando en tu sonrisa, cuando alguien me habla de utopías, y nunca entenderás
el por qué, ni hoy yo, quiero decírtelo. Pero puede que lo que me haga falta, aunque luego me duela perderlas, son tus caricias, las que eran capaces de arrancarme las inseguridades a
sangre fría.
Lo difícil no es decir adiós sino lo que viene después de ese adiós. Y es que lo verdaderamente complicado es pasar página, cerrar capítulos de nuestra vida...
ResponderEliminarYo creo que solamente lo conseguimos cuando aparece otra persona por la que merece la pena olvidar el pasado y con la que tenemos ganas de construir un presente.
un besoo!
Una vez mas, te has vuelto a superar. Eres genial, Tus palabras han entrado directas a mi corazón y me han dejado sin habla. Me gustaría saber como lo haces. un abrazo muy muy fuerte:)
ResponderEliminarQue carta más bonita :) Me encantan las cartas de amor, y todo tipo de texto con sentimiento, desde las frases de un poema, pasando por las letras de una canción hasta llegar a lo escrito en una novela. Sigue así, porque a mi parecer, expresando sentimientos mediante la escritura eres la mejor :)
ResponderEliminar1 beso enorme ♥