Vuelve a ser musa de artistas novatos.
“Te he estado esperando” le dice en un susurro. Ella
con el corazón abierto de par en par, con una sonrisa que con el tiempo, se ha
transformado en una mueca. Ha estado esperando a alguien que terminase con ella
esa pieza de vals que él dejo a medias.
Ha estado haciendo tiempo jugando con el miedo,
comprobando quien de los dos era más fuerte para aguantar tanto Dolor. Ha
jugado al pilla-pilla con el vacío y ha saltado con el vestido del desastre al
abismo. Ella se ha convertido en el peón roto de un ajedrez que con el tiempo
se han olvidado en el desván de los recuerdos.
“Lo sé” le responde él, mirándola a los ojos,
profundizando en ese mar congelado, escarbando con unas manos invisibles toda
aquella tierra que cubre su corazón.
Ella sigue queriendo encarcelar sus sentimientos,
volver al polvoriento desván donde tantas noches ha compartido insomnio con la
luna pero, no puede evitar desear el
roce de sus manos sobre su piel, no puede impedir que el alma se le encoja cada
vez que él intenta superar la frontera que los aleja.
Ella sigue siendo la misma chica Caos, la misma que
ha podido acariciar el silencio y besar a sus propios monstruos, la misma que
ha suicidado sus sueños un par de veces con el fin de no tener más heridas que
curar.
La misma chica que ha esperado a alguien que
bailase con ella esa pieza, que consiguiera cansar a sus pies pero no a su
corazón. La que lidia en su interior una batalla, Alicia contra Aurora. La que
canta a susurros. La que hoy teme que
él consiga conquistarla.
“Abrázame” le suplica ella en un mar de lágrimas,
intentando calmar a la Loba que lleva dentro, intentando evitar que saque sus
garras.
Antes de abrazarla, él ve el reflejo del miedo en
sus ojos, puede distinguir perfectamente esa oscuridad que esconde en su risa y…huye.
No esta preparado para combatir con ella las tinieblas, no es capaz de superar
la frontera. Otra vez más, ella se
muerde las ganas de la gata de ser acariciada y de la loba de gemir, por culpa
de un verdadero poeta como era él.
Vuelve a ser la melodía muda del mundo, vuelve a volar
sin hacerlo. Ella se convierte en la lluvia que inunda ojos y las ojeras que se
divierten mostrando la tristeza de sus dueños. Vuelve a tener las venas llena de tinta, escribiéndole a quién nunca fue capaz de luchar con ella y decidió aliarse
con los monstruos de su vacío.
De
nuevo, se convierte en musa de artistas novatos y de poetas que no saben
componer versos que describan esa eterna
Tristeza que desprende sus alas rotas.
No se que me gusta más, si los títulos de las entradas, las cursivas o los puntos. Pero está claro que todo junto es mil veces mejor.
ResponderEliminarMe pones los pelos de punta y el corazón en la garganta con cada entrada, dios mio.
No lo dejes nunca, en serio.
Abracitos,
Moon.
Si me quedasen palabras... no dudaría en dártelas a ti para que siguieses escribiendo.
ResponderEliminar¡Un millón de abrazos!
Y una vez más, no quedan palabras que describan tus textos. Eres increíble, de verdad. Así que no dudes que te seguiré leyendo.
ResponderEliminarUn beso!
EMME
Increíble tu forma de escribir, no dejas de sorprenderme. Un besito!
ResponderEliminarElla está allí, quieta, en medio del mundo,
ResponderEliminarcon la mirada dirigida hacia ninguna parte.
Está muerta de miedo,
rodeada de fantasmas;
espectros de lo que una vez fue.
Sujeta entre sus manos un tarro de cristal, en el que ha encerrado todas las mariposas que antes le habían hecho temblar por dentro,
Y en su mejilla una lágrima, que ya tiene hasta su propia carretera de haber sido derramada tantas veces.
No sabe si retroceder hacia un pasado con el que ya se ha cortado demasiado, o avanzar hacia un futuro en el que, lo único seguro, es la inmensa soledad que le rodea; por eso permanece inmóvil, gritando en silencio que la saquen de allí.
Y entonces... llega Él.
Él, que no buscaba, la encontró,
escuchó sus gritos ahogados en mitad del caos.
Y la abraza, la abraza por la espalda y, entreabriendo sus labios deja escapar un leve susurro en su oído: "Ya he llegado".
Entonces todo comienza a cambiar,
Ella, con sus ojos melancolía y sus bordes de precipicio, se pone a temblar; y su sonrisa de cristal se vuelve de terciopelo.
Los fantasmas se desvanecen, llevándose con ellos todo el frío.
Y el tarro de cristal cae al suelo, y las mariposas vuelan libres en busca de una nueva primavera.
Ya no hay lágrimas, ya no llueve por dentro.
Ese desastre, su desastre, ahora es precioso.
Y Ella, con Él, deja de ser musa de artistas novatos y poetas de mierda, y se convierte en poesía.
Este es uno de los textos que se ha convertido en mi uno de mis favoritos. Me has dejado sin palabras.
EliminarOjalá Ella encuentre a ese Él que haga que se convierta en Poesía.
No puedo dejar de enamorarme de cada letra que escribes. Todo lo que transmites, es increíble. He estado leyendo también anteriores entradas, y es que me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, nos leemos^^
La vida está llena de cobardes pero basta un Juan sin miedo, alguien que no tema a la oscuridad ni a las tinieblas porque su luz las haga menos terroríficas; un Rómulo que se haya criado entre lobos y sepa amansar a las fieras; un enfermero que sepa poner tiritas en cicatrices imposibles...
ResponderEliminarBasta uno solo, para que todo cambie.
un besoo!